jueves, 24 de noviembre de 2016

Reporte de supervisión: ¿qué es hacer terapia infantil?
            El presente ensayo refiere mi experiencia en cuanto a la aplicación de terapia infantil y una comparativa entre la teoría y la práctica de la misma. Se llevará a partir de un cuestionario sugerido en relación directa con la experiencia personal en dichas prácticas.

            Las practicas en la terapia infantil refiere una gran importancia al juego como forma de expresión, contención, aprendizaje e intervención en cada caso en particular; debe considerarse que el juego es un elemento terapéutico por excelencia en la intervención con niños, sin embargo puede ser útil también en el tratamiento de adolescentes y; en ocasiones, del adulto.

¿Qué aprendí de mi experiencia en comparación con la teoría de terapia infantil?
El aprendizaje en la terapia es un cambio de percepción una vez que los elementos de la teoría se aplican en la realidad.
Cada paciente es distinto, sin embargo, cuentan con elementos recurrentes; el juego es uno de ellos y el más utilizado como herramienta de cambio.
El juego por si solo es un elemento de cambio en el proceso terapéutico si: el terapeuta se presta honestamente al juego, el adulto participa activamente en el proceso terapéutico, se confirma que el consultorio es un lugar seguro de experimentación pero con la intensión de llevar los logros a la vida diaria y se considera la teoría al respecto como solo conceptos que guían al terapeuta,  no un método ortodoxo de proceso. Como refiere Oaklander los siguientes conceptos:
“…Energía agresiva: Refiere a la acción para satisfacer la necesidad, partiendo de las necesidades básicas como la alimentación, el experimento permite reconocer el cierre del ciclo para permitir el surgimiento de una nueva figura.
Se reconoce como una sensación de poder, de intención que puede liberarse en terapia.
Expresión de sentimientos: Permite el fortalecimiento de sus partes perdidas o estancadas por causas diversas. Logrado el conocimiento de su cuerpo y sensaciones, se puede dirigir la terapia al reconocimiento y posterior expresión de sus emociones. Las técnicas proyectivas y expresivas son el medio para lograrlo…” (Oaklander, 1998).

¿Cuál es mi opinión sobre el juego y el jugar?
A partir de los 4 años de edad el niño se permite un juego donde la interacción social forma parte del mismo; por lo que se convierte en un medio de comunicación del niño con su entorno; además de ser un medio de expresión. Debe considerarse que el adulto debe ser honesto en la práctica del juego ya que el niño detecta la falsedad; el terapeuta, por su parte, debe ser tanto un participante como un observador del proceso, del niño y sí mismo para obtener información relevante. Como explica  Martin Buber “…el terapeuta se entrega de lleno a la sesión dejándose afectar por la misma; se elimina la separación niño/adulto o terapeuta/paciente para lograr una relación de iguales. Dirige hasta cierto punto la sesión; sin llegar a manipularla y perderse en la relación con el paciente…” (Oaklander, 1998).
El juego es un ensayo de la vida real, por lo que el terapeuta debe considerar que las actividades que realiza el niño son prácticas de su aprendizaje en un entorno seguro; le debe permitir equivocarse, experimentar con el entorno y realizar labor imaginativa para un óptimo resultado. Como expresa Abad Molina “…El juego es una tendencia innata del hombre y representa por antonomasia el movimiento y la libertad como realización y visualización de mundos de posibilidades. El juego es una función elemental en la vida del ser humano…” (Abad, …)
Ya que el juego es el medio por excelencia en la expresión del niño, es necesario que el terapeuta promueva un espacio de autenticidad en el desarrollo, ya que es una experiencia total, el juego es una herramienta de socialización, evolución, expresión, comunicación y empatía; el terapeuta cuenta con una herramienta muy importante, pero debe ser honesto consigo mismo antes que con el paciente.
Considerando el proceso del juego como un medio de diganóstico, se apoya el mismo con lo que expresa Pablo Lazcano “…el diagnóstico vincular, el cual maneja como modelos teóricos la dialéctica, la fenomenología, el psicoanálisis y la psicología genética. Este enfoque tiene como objeto de conocimiento el psiquismo y la psicopatología del ser humano total en su calidad vincular, utilizando como sistema de causalidad la sobredeterminación. Su metodología para la verificación es la validez empírica predictiva y la validez de constructo. Las técnicas que este enfoque maneja para diagnosticar son: el grupo operativo, una metodología vincular en la entrevista, metodología vincular en la interpretación de las técnicas proyectivas y la historia clínica diagnóstica…” (Lazcano, …)

¿Qué habilidades previamente adquiridas apliqué en terapia?
En lo personal comprobé la eficacia de la comunicación efectiva en el desarrollo de terapia.
Considero que la observación y una buena memoria son herramientas determinantes para el desarrollo y seguimiento en el proceso terapéutico. Como expresa Naranjo que”… La visión para percibir la posibilidad de transformación que yace en el siguiente momento. Experiencia con las transiciones sutiles que nos guían hacia comienzos aptos y finales apropiados. (Naranjo,…)
El desarrollar un discurso adecuado tanto para el niño como para el cuidador es de vital importancia: me es necesario explicar lo mismo a ambos, apliqué sutiles cambios en palabras, conceptos o propuestas a fin de que ambos comprendieran con claridad.
Considero que mi habilidad para situarme en la posición de un niño me facilitó mucho la interacción con los pacientes.
Se consideran como necesarias ciertas habilidades, pero no suficientes, que el terapeuta posea tres competencias relacionales (Rogers, 1951):
·         Aceptación: se entiende el interés mostrado por el terapeuta hacia el paciente y su problemática. Interés que no debe de ser demasiado efusivo ni sobreprotector.
·         Empatía: se refiere a la habilidad del terapeuta de entrar en el mundo del paciente y experimentar cognitiva y afectivamente el mundo como lo hace este.
·         Autenticidad: se refiere a la franqueza del terapeuta con el paciente, para que este tenga una imagen realistas de lo que puede (y no puede) esperar sobre el terapeuta o la terapia. Sin embargo es conveniente que esta franqueza sea conjugada con la diplomacia y se manifieste en momentos oportunos.
·         El terapeuta gestalt cuenta con un diploma o constancia de que ha finalizado una formación profesional en un instituto de Gestalt reconocido por las autoridades del país donde estudió o por alguna asociación académica reconocida.
·         Es puntual y comprometido.

¿Cuál es mi opinión acerca de las sesiones de supervisión y mi experiencia en ellas?
Considero que el intercambio de opiniones y experiencias de los demás terapeutas fue muy enriquecedor, la visión en conjunto de los procesos lograron descubrir elementos que por mi parte no fueron claros.
El hecho de compartir dudas en los procesos me aligeraron la carga de llevar una buena o mala praxis, el refuerzo tanto del asesor como otros terapeutas que están en la misma situación me confirmaron que ciertas técnicas les han sido útiles, a la vez que refinaron mi sentido de empatía. Según Figueiredo “…El conocimiento tácito del psicólogo es su conocimiento de la artesanía, en la que las teorías están impregnadas por la experiencia personal y no pueden separarse una mezcla de impregnación; aprender este oficio es intransferible medida radicalmente personal, grande y difícilmente comunicable. El resultado es que la adhesión explícita a una "escuela", dice muy poco de práctica profesional efectiva; de hecho, creo que cuanto más la luz de la experiencia, más tiempo en la profesión, más variables personales tendrá un peso en la definición de las prácticas y creencias de los psicólogos…” (Figueiredo, 1993)
El retomar los casos durante las asesorías me permitió rescatar elementos que había pasado por alto durante las sesiones; se hicieron notar datos que en el momento me parecieron irrelevantes, a la par de que apoyé a otros terapeutas en el mismo proceso. Según Dutra “…Es difícil para nosotros también, supervisores, "transmitir" conocimiento de lo que una escucha clínica, ya que consiste en una actitud, tal como la entendemos, su desarrollo implica necesariamente la experiencia de toda una forma de ser, por disponibilidad de apertura al otro, lo que, de alguna manera, llevar a la persona a su "otro"; por lo que la necesidad de correr el riesgo de esta aventura también está disponible para usted y la otra hacia un universo desconocido…” (Dutra, 2009).
La participación en las asesorías me permitió visualizarme con certeza de mi profesionalismo como terapeuta.

            El juego es un medio de comunicación y expresión superior a el lenguaje hablado, incluso más rico que el lenguaje corporal, ya que el niño expresa y se desarrolla a través de él. Abarcando la experiencia de la asesoría, el juego con el niño y la experiencia en terapia, considero que el enriquecimiento como terapeuta solo se puede llevar a cabo a través de la experiencia, la teoría es importante; sin embargo no puede sustituir la realidad que el terapeuta vive al momento de ejercer la profesión.



Bibliografía

Dutra, E. (2008). Después de todo, lo que hace las prácticas sociales clínico-existenciales fenomenológicas? Estudios e Investigación en Psicología (UERJ), 8 (2), 221-234.
Dutra, E. (2009). Técnica y ética para la formación de psicoterapeutas parámetros: algunas notas. En Consejo Federal de Psicología, Psicoterapia del Año. Generadores de texto (. p 57-67). Brasilia: PPC.
Figueiredo. LC (1993). Bajo el signo de la multiplicidad. Cuadernos subjetividad(PUC-SP)
Oaklander, V. (1998). Ventanas a nuestros niños: terapia gestáltica para niños y adolescentes 4ª edicion. Ed. Cuatro vientos.
Perls, F. (1976). El enfoque gestáltico.  Santiago de Chile: Cuatro Vientos.
Perls. F, S. (2002). Sueños y existencia: terapia gestáltica. Ed. Cuatro vientos. Chile.
Polster, L, & Palater, M. (1974).Terapia gestáltica. Edit. Amarrartu. Buenos Aires. Argentina.
ROGERS. C. R: Client-centered therapy..Houghton Mifflin. Boston. 1951.
Sá, R. Novaes; Azevedo Junior, O. y Leite, TL (2010). Reflexiones fenomenológicas sobre la experiencia de prácticas y supervisión clínica en un servicio de Psicología Aplicada de la Revista Universidad de Gestalt Approach, 17 (2) :. 135-140.



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